Reducir la urbanización, ya que la recarga de agua se ve reducida.
De acuerdo a estudios, habitantes del Valle de México, enfrentan problemas de sobrexplotación, desperdicio, contaminación y déficit de agua potable, expresó el senador del Estado de México, Higinio Martínez Miranda, por lo que es urgente frenar el estrés hídrico e iniciar acciones para garantizar el suministro del vital líquido a la población.
Respetivamente, el texcocano señaló que el vital líquido debe llegar a todas las personas sin restricciones, nadie debe quedar excluido del acceso al agua de buena calidad y una dotación suficiente para satisfacer sus necesidades básicas: bebida, cocina, higiene personal, limpieza de la vivienda y lavado de ropa.
Además, razón, por la que es necesario mejorar las redes de distribución municipales, pues de acuerdo a estudios recientes se calcula que entre un 40 y 50 por ciento del líquido que se inyecta a la red se pierde en fugas por fallas en las tuberías de conducción.
Continuando, el Dr. Martínez Miranda, precisó que ninguna red es completamente hermética, pero los niveles de eficiencia aceptados no deben rebasar un desperdicio de 25 por ciento; el problema es que las instalaciones tienen 50 años o más de antigüedad, por lo que es necesario que se contemplen fuertes inversiones para sustituirlas y evitar el desperdicio del líquido.
Entre ello, al tiempo que es necesario revisar el ’abuso en el tandeo’, como una medida de dotar a las familias del agua que reciben cada tres días a la semana por algunas horas.
Asimismo, consideró que el servicio de agua debe llegar en forma continua y permanente, lo ideal es disponer de agua durante las 24 horas del día, ya que la no continuidad o el suministro por horas, además, de ocasionar inconvenientes debido a que obliga al almacenamiento intradomiciliario, y afecta la calidad y puede generar problemas de contaminación en las redes de distribución.
Además, contó que se vive un desequilibrio entre la recarga y la extracción de líquido en el Estado de México, debido al crecimiento de las ciudades metropolitanas del Valle de México, que no se puede detener.
Es necesario buscar alternativas para disminuir el impacto ambiental, así como para garantizar, en la medida de lo posible, la sustentabilidad de las ciudades metropolitanas del Valle de México, dijo.
Se calcula que por cada hectárea que se urbaniza, la recarga se ve reducida en 2.5 millones de litros de agua al año, y consecuentemente la disminución de caudales para el abastecimiento a la población de calcula en 3 metros cúbicos por segundo.
Este abatimiento de los niveles del acuífero obliga a realizar adecuaciones en los pozos -perforaciones a mayores profundidades, con mayores costos de bombeo- o su reubicación en otras zonas, precisó.
Y, por último, puntualizó que es importante tomar medidas acordes a la decisión anunciada durante el informe de gobierno del pasado primero de diciembre, por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, relativa a la no sobreexplotación de acuíferos, recociendo el problema e identificar para atenderlo y prevenir el agotamiento de los acuíferos.