Seminario de Cultura Mexicana
Corresponsalía Texcoco, Estado de México
Ya las aguas retornaron a la calma, al menos las turbulentas a causa del huracán Beryl. Este temido meteoro ingresó a la Península de Yucatán, ya degradado a la categoría 2, por Tulum, Quintana Roo; cruzó la península, se internó en el Golfo de México y volvió a tocar tierra en Texas, Estados Unidos. También, parece que ya retornaron la calma las turbulencias socioculturales causadas por, al parecer, una ocurrencia de alguien que quería destruir una estatua de Poseidón colocada en la playa de Puerto Progreso, Yucatán, afirmando que ese Dios griego era el causante del huracán arriba mencionado.
Estas afirmaciones por supuesto que fueron aprovechadas de inmediato por los mexicanistas y demás personas que consideran casi una sacrílega profanación colocar dioses ’extranjeros’ en tierras mexicanas. Y aún más, ahora parece que se emprende un litigio legal sobre la colocación de estatuas en las playas nacionales. Esto por el momento no se abordará. Así pasó y está pasando, lo demuestran las numerosas noticias, reportajes y hasta los ’memes’.
El objetivo de estas letras es mostrarle a la gente (a los lectores) la figura del dios Poseidón, como parte de un plan de difusión de la cultura; porque, finalmente, tanto el conocimiento del pensamiento mágico-religioso y las cosmovisiones prehispánicas, así como de la mitología griega, son cultura; y la idea es, pues, ampliar el panorama. En un siguiente espacio similar se escribirá sobre el dios maya de la lluvia Cháak.
NEPTUNO EN LA MITOLOGÍA
Todos los pueblos de la antigüedad vinculados con el mar tuvieron una deidad marina principal y varias secundarias. Para un pueblo como el griego, que sólo tenía en el mar la posibilidad de expansión política y económica, la figura de un dios marino o de los mares era obligada. Esta figura la personificaron los griegos en el Dios Poseidón (), Neptuno para los latinos (romanos).
Su origen y mitos son confusos, como el de muchas otras deidades. Probablemente fue un dios de origen indoeuropeo que no tenía mucha o ninguna relación directa con el mar; pero que posteriormente se fusionó con los dioses de los pueblos que originalmente vivían en la hoy Grecia: los pelasgos, los lélegos y los carios, antes de la llegada de los indoeuropeos y que ya tenían una deidad marina. Probablemente fue con esa deidad que se fusionó este dios indoeuropeo y se produjo, por sincretismo, al Poseidón que conocemos.
Debido a la relación de Poseidón con los caballos, así como con el mar y la lejanía de este mar con el probable territorio original de los indoeuropeos, induce a que algunos investigadores hayan propuesto que Poseidón era originalmente un aristocrático dios caballo que fue posteriormente asimilado con las deidades acuáticas del Medio Oriente cuando la base del sustento económico y doméstico cambió de la tierra al mar. Pero, por otra parte, Heródoto (¿484 a 425? a. de C.), lo considera como una divinidad importada de Libia a la que ya le rendían culto los pueblos de la antigua Grecia.
En la cultura micénica, dependiente del mar, la importancia de Poseidón era mayor incluso que la del propio Zeus. En esa cultura aparece tanto el nombre del dios como el de una variante femenina de él: Posedeia, lo que indica que existía una diosa hoy olvidada correspondiente al dios.
El mito más aceptado afirma que Poseidón era hijo de Cronos y Rea; y como sus hermanos y hermanas, excepto Zeus, fue devorado recién nacido por su padre. Posteriormente fue regurgitado cuando Zeus obligó a Cronos a vomitar a los bebés que se había comido. Luego, junto con Zeus (como líder), el resto de sus hermanos y hermanas, más los Cíclopes y los Hecatónquiros, destronaron a Cronos y a los demás Titanes del reino de los cielos.
En la guerra contra los Titanes, los Cíclopes les repartieron armas a los tres siguientes dioses: a Zeus, a Poseidón y a Hades. A Poseidón le dieron como arma el tridente y desde entonces es parte de sus atributos.
Una versión sostiene que, como Zeus, Poseidón también se salvó de ser tragado por su padre. Rea, su madre, lo escondió entre una manada de caballos y le dio a Cronos un potro en su lugar para que lo devorara. Y según las leyendas, Poseidón, fue criado por los Telquines en Rodas o al igual que Zeus por los Coribantes en la isla de Creta.
Como haya sido, cuando Cronos fue derrocado, los tres hermanos: Zeus, Poseidón y Hades, se repartieron a la suerte el Universo, a Zeus de toco el cielo, a Hades el Averno y a Poseidón el mar. De esta forma, Desde entonces, Poseidón fue venerado como el dios del mar, pero también de las fuentes y de los ríos.
Originalmente, Poseidón era el dueño de las fuentes de aguas subterráneas, fue en la Grecia histórica que adquiere el carácter particular de dios del mar. Se le atribuía también el poder para provocar temblores de tierra, por lo que algunos de sus epítetos eran Enosichthón, Seischthon y Ennosigeo (todos estos nombres hacen alusión al que mueve el suelo o agita la tierra). Poseidón, con su tridente hendía la roca y hacía que brotasen fuentes y se le atribuían los fenómenos volcánicos; y, además, todo cuanto se relacionaba con el mar: la pesca, la navegación y los puertos estaban bajo la protección de esta deidad.
Ya investido como el dios del mar, fue a poner su palacio submarino en Eubea. En ese palacio guardaba sus caballos marinos, los cuales tenían cascos de bronce y crines de oro; también ahí tenía su carroza de oro.
Este dios tuvo varios amoríos, todos fecundos. Se casó con Anfitrite, que al igual que la esposa de Zeus, era sumamente celosa. Con ella, engendró a Rode y según una leyenda también a Tritón. Con Toosa, tuvo a Polifemo (el famoso cíclope de la Odisea); con Medusa, a Crisaor y Pegaso; con Amimone, a Nauplio; con Alope, su nieta, tuvo a Hipotus y Tritón; con Démeter, ambos transformados en equinos, engendró al caballo Arión; y tuvo otros hijos con otras diosas, semidiosas y mortales más.
Anfitrite, identificada con Salacia y esposa de Neptuno entre los romanos, tenía su autoridad tan completamente limitada sobre el mar y sus criaturas, que nunca fue asociada con su esposo en los cultos, de hecho, a Anfitrite se le confundía con el resto de las Nereidas (numerosas ninfas del mar).
Este Dios era tan importante entre los griegos que, como a Zeus, se le honraba con juegos. En Corinto, cada dos años se celebraban en su honor los Juegos Ístmicos, los cuales consistían de competencias deportivas, torneos de música y de poesía. En Tesalia se hacían carreras de carros en su honor. En la Fiestas Taureas se le sacrificaban toros negros que se arrojaban al mar desde lo alto de los acantilados. Finalmente cabe asentar que este dios siempre estuvo en pugna contra la diosa Atena.
En Roma, al dios Neptuno se le consideraba originalmente un dios de la fecundidad y la vegetación. Entre los romanos primitivos no tuvo mitos propios sino hasta que fue identificado con el Poseidón griego. Sus fiestas, las Neptunianas, se celebraban en verano, el 23 de julio, en esas fiestas, los caballos y los mulos eran coronados con flores y estaban libres de todo trabajo. Entre los católicos, una fiesta parecida se celebra hoy el día 17 de enero, el día de San Antonio Abad.
A Neptuno le estaban consagrados el caballo, símbolo de las fuentes, y el toro, símbolo del poder fertilizador y de la impetuosidad.
Autoridades en la materia ven en Poseidón a una de las fases del Dios único personificado en Zeus, incluso, en algunas partes de la antigua Grecia, Poseidón como tal, era más importante que el propio Zeus. En unas tablillas de Pylos, aparecen más frecuentemente que el nombre de Zeus los nombres de Po-Se-Da-Wo-Ne y Da-Ma-Te (Poseidón y Démeter), en el contexto sagrado de echar la suerte. El elemento: ’Da’, que aparece en ambos nombres, está aparentemente conectado con la raíz indoeuropea relacionada con la distribución de tierras y honores. De esta forma, Poseidón significa: Señor distribuidor o consorte de la distribuidora, en correspondencia con Démeter, la Madre Distribuidora.
Un mito asienta que cuando los dioses se repartieron el mundo, a Poseidón (Neptuno), le correspondió la Atlántida, isla en la que vivió por muchos años con la joven mortal Clito, con quien tuvo dos hijos, el mayor fue Atlas (este personaje no es el Titán Atlas que sostiene en sus hombros al mundo), quien recibió de su padre el poder sobre la isla.
El mito de la Atlántida, que tiene mucho de esoterismo, es confuso pero seductor. Este espacio no será por el momento para ampliar más sobre este tema, para ello, se recomienda iniciar con la lectura de Los Diálogos, de Platón.
No hay muchas fuentes sobre los aspectos esotéricos de Poseidón, así que en este escrito sólo se podrá decir de más que, de acuerdo con los Himnos Órficos, este Dios era el Demonio del mar y los animales marinos, entendiendo la palabra demonio como el Daemón () hermético: dios, ángel o genio. Un fragmento órfico canta así sobre Poseidón: ’Demonio del mar y de los animales marinos. Protege los cipos de la tierra y la travesía de las naves rápidas, dame la paz’.
NEPTUNO EN LA ASTROLOGÍA
En la astrología actual, Neptuno está asociado con Piscis y está estrechamente relacionado con las artes, particularmente la poesía y la danza. Puede además fomentar el idealismo, la imaginación y la sensibilidad.
Neptuno es el rey del subconsciente colectivo. Promueve y responde a los movimientos incontrolables y violentos que se manifiestan por debajo de los límites de la conciencia. Es el origen de los distintos instintos; y subordinado a Júpiter, le permanece fiel, por ello es normal que el subconsciente permanezca bajo la ley de la conciencia y evolucione hacia la supra-consciencia. Todo esto, por analogía a sus atributos míticos.
Por lo anterior, Neptuno representa el misterio, lo sobrenatural, lo flexible, lo vago, lo impreciso y las situaciones turbulentas. Está unido a la intuición y al misticismo. Así mismo, a la locura, las psicosis y las neurosis. Rige la suerte pura y las ganancias debidas al juego. También, rige los grandes viajes, particularmente los que se hacen por mar.
NEPTUNO EN LA ASTRONOMÍA
Es interesante la historia del descubrimiento de Neptuno. Los dibujos de Galileo Galilei muestran que Neptuno fue observado por primera vez el 28 de diciembre de 1612, y nuevamente el 27 de enero de 1613; pero Galileo lo confundió con una estrella cercana a Júpiter.
En 1821, Alexis Bouvard publicó en sus tablas astronómicas la órbita de Urano, pero sus observaciones revelaban perturbaciones que lo llevaron a lanzar la hipótesis de que tal órbita debía estar siendo perturbada por algún otro cuerpo. En 1843, John Couch Adams calculó la órbita de un octavo planeta en función de esas anomalías y envió sus cálculos al Astrónomo Real, George Airy, quien pidió más información. Adams comenzó a trabajar en ello, pero nunca la envió sus resultados. en 1846, Urbain Le Verrier, codescubridor de Neptuno, independientemente de Adams, publicó sus propios cálculos. En el mismo año, John Herschel inició hizo cálculos matemáticos y persuadió a James Challis para buscar el planeta propuesto por Le Verrier. Posteriormente, en julio de 1846, Challis empezó su búsqueda. Paralelamente, Le Verrier convencía a Johann Gottfried Galle para buscar el planeta; y así, Neptuno fue descubierto por éste último la noche del 23 de septiembre de 1846, donde Le Verrier había predicho que se encontraría.
Neptuno es el planeta que está ubicado en la octava órbita alrededor del Sol. Su velocidad de traslación promedio es de 5.4 km/seg y dista del Sol unos 4,497.00 millones de kilómetros (30.10 unidades astronómicas). Neptuno le da una vuelta completa al Sol en aproximadamente 60,140.3 días (164.76 años terrestres) y tiene un periodo de rotación sobre su propio eje de 18 horas aproximadamente.
Neptuno es el cuarto planeta más grande del Sistema Solar; es más chico que Júpiter, que Saturno y que Urano; tiene un diámetro ecuatorial de 49,748 kilómetros, lo que equivale a 3.9 veces el de la Tierra. Este planeta cuenta con al menos 12 satélites y posee cuatro delgados anillos tal vez de polvo. Los nombres de algunos de sus satélites son: Tritón, Nereida, Náyade, Talasa, Dispina, Galatea, Larisa y Proteo. Cabe destacar que Tritón es el único satélite con órbita retrógrada en el Sistema Solar; esto es, gira alrededor del Neptuno en dirección inversa a la rotación del planeta.
Poco se sabe de las características de Neptuno. La estructura en general del planeta es la de un núcleo rocoso rodeado de hielo y de una atmósfera de unos 8,000 kilómetros de espesor. Se sabe que en su atmósfera ocurren en torno a un huracán a manera de mancha obscura los torbellinos más violentos de todo el Sistema Solar, con viento que alcanzan los dos mil kilómetros por hora. Tiene volcanes activos y el planeta tener un océano de metano congelado. Se sabe que su atmósfera está compuesta de hidrógeno, helio y metano, el cual le da su color azul; también, que en la parte superior de dicha atmósfera hay una temperatura de unos -218 a -228° C.
El color de Neptuno visto desde la Tierra y dependiendo de los instrumentos ópticos y las condiciones atmosféricas, es blanquecino o azuloso verdoso, con los bordes más obscuros; y su albedo es de 0.66, por lo que es tan brillante como Venus.
Hay más sobre este dios griego, sobre su interpretación zodiacal y por supuesto que, como planeta, pero con esto se juzga que es suficiente para que se amplíe la apreciación que se tiene de la estatua que aún está en la playa de Puerto Progreso, Yucatán.
FUENTES DE INFORMACIÓN
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