LOS ’NIÑOS HÉROES DE CHAPULTEPEC’


El único autor que ha mencionado este hecho es el historiador norteamericano, John Sheldon Eisenhower, hijo del presidente norteamericano Dwight D. Eisenhower



Cultura
Septiembre 14, 2024 21:13 hrs.
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Roberto Antonio Huerta Paniagua / › Divergencias Informativa

Seminario de Cultura Mexicana
Corresponsalía Texcoco, Estado de México

El 3 de marzo de 1947, año de la conmemoración del centenario de la invasión estadounidense a nuestro país, el presidente de los Estados Unidos de América, Harry S. Truman, visitó México; y poco tiempo después, el presidente mexicano, el Lic. Miguel Alemán Valdés, viajó a Washington.

La población mexicana consideró que la visita del presidente mexicano al estadounidense fue un acto de entreguismo; y para tranquilizar a la sociedad, el gobierno mexicano de entonces fraguó un engaño con la finalidad de exacerbar el nacionalismo del pueblo.

21 día después de la visita del presidente Truman a México, se anunció con bombo y platillo que al pie del cerro de Chapultepec se habían encontrado seis osamentas. A pesar de las dudas de los peritos e historiadores del momento, quienes no se atrevieron a contradecir al presidente Miguel Alemán, declaró, mediante un decreto presidencial, que esos restos pertenecían a los ’Niños Héroes’. Antes de ese año, hace 77 años, los llamados ’Niños Héroes’, no eran conocidos en México. Empezaba uno más de tantos mitos que la historia oficial cultiva.

La historia oficial afirma que los ’niños héroes’ sí existieron, y es algo que actualmente no se pone en tela de duda. Sin embargo, para los valores y normas de aquello tiempos, ya no eran niños. Francisco Márquez, el más joven, tenía 14 años de edad. Vicente Suárez tenía 17; Fernando Montes de Oca, 18; Agustín Melgar, 18; Juan de la Barrera, 19; y Juan Escutia, 20. De éste último, se afirma que no era cadete, sino un oficial del Batallón de San Blas; además, por falta de evidencias, hay autores que aseguran que Juan Escutia no se envolvió en la bandera ni se arrojó al vacío para protegerla, que pudo haberse tropezado. Incluso, un historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México, asegura que no hay registro de que Juan Escutia estuviera en esta batalla (Guadarrama, 2024).

El único autor que ha mencionado este hecho es el historiador norteamericano, John Sheldon Eisenhower, hijo del presidente norteamericano Dwight D. Eisenhower, quien escribió: ’El general Bravo entregó su espada, tachonada de piedras preciosas, pero no logró que se rindieran seis de sus jóvenes cadetes, los cuales prefirieron morir. Uno de aquellos muchachos, con la bandera mexicana en los brazos, perdió la vida al arrojarse del muro’.

De acuerdo con Guillermo Prieto, el 8 de septiembre de 1847 (no el día 13), cinco días antes de la batalla del Castillo de Chapultepec, ’el capitán Margarito Zuazo, del batallón Mina, corrió al edificio principal de Molino del Rey, se quitó la chaqueta y la camisa, y se envolvió la bandera en el cuerpo, pero murió atravesado por las bayonetas estadounidenses’. Vaya, se ató la bandera al cuerpo, más no saltó al vacío con ella. Al respecto es muy oportuno señalar que en aquellos años era costumbre, si se avecinaba una derrota inminente, esconder las banderas para que el enemigo no se apoderase de ellas como trofeos de guerra; y una forma era esconderlas envueltas entre las ropas de algún soldado.

Por otra parte, no fueron solamente ’seis’ cadetes, cinco sin Juan Escutia. En la batalla del Castillo de Chapultepec combatieron más de 600 soldados mexicanos. A 50 cadetes se les ordenó que no participar en los enfrentamientos; sin embargo, de acuerdo con la historia oficial, al ver que México estaba perdiendo la batalla (y la guerra), seis cadetes desobedecieron órdenes y salieron a combatir, y finalmente perdieron la vida. Es falso que estos cadetes estaban borrachos o que estaban castigados.

Don Vicente Riva palacio, en su obra México a Través de los Siglos, sobre esta batalla consigna que: ’Parte muy activa tuvo en la defensa del punto el Colegio Militar, y los últimos disparos fueron hechos por sus alumnos, pereciendo el teniente Juan de la Barrera y los subtenientes Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Agustín Melgar, Vicente Suárez, y Juan Escutia; y siendo heridos el subteniente Pablo Banuet, y los alumnos de fila Andrés Mellado, Hilario Pérez de León y Agustín Romero. Quedaron prisioneros con el general Monterde, director del Colegio, los capitanes Francisco Jiménez, y Domingo Alvarado, los tenientes Manuel Alemán, Agustín y Luis Díaz, Fernando Poucel, Joaquín Argaiz, José Espinosa y Agustín Peza y los subtenientes Manuel Poucel, Ignacio Peza y Amado Camacho, con el sargento Teófilo Nore, el cabo José Cuellar, el tambor Simón Álvarez, el corneta Antonio Rodríguez y treinta y siete alumnos de fila’.

Continúa don Vicente Riva Palacio: ’He aquí los nombres de los treinta y siete alumnos: Francisco Molina, Mariano Covarrubias, Bartolomé Díaz de León, Ignacio Molina, Emilio Laurent, Antonio Sierra, Justino García, Lorenzo Pérez Castro, Agustín Camarena, Ignacio Ortiz, Esteban Zamora, Manuel Ramírez Arellano, Ramón Rodríguez Arrangoitia, Carlos Bejarano, Isidro Hernández, Santiago Hernández, Ignacio Burgoa, N. Escontría, Joaquín Moreno, Ignacio Valle, Antonio Sola, Francisco Lazo, Sebastián Trejo, Luis Delgado, Ruperto Pérez de León, Cástulo García, Feliciano Contreras, Francisco Morelos, Miguel Miramón, Gabino Montes de Oca, Luciano Becerra, Adolfo Unda, Manuel Díaz, Francisco Morel, Vicente Herrera, Onofre Capeto y Magdaleno Ita’.

Todos los aquí relacionados, más un desconocido número de anónimos, combatieron ese día, todos sin duda alguna fueron héroes, absolutamente todos. No fueron solamente seis o cinco los defensores del Castillo de Chapultepec.

Y con respecto al cadete Miguel Miramón (general Miguel Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón Tarelo), tenía 16 años cuando participó en la batalla del Castillo de Chapultepec, 28 años cuando asumió la presidencia de la República; y tres meses antes de que cumpliera 36 años, fue fusilado junto con el emperador Maximiliano de Habsburgo y el general Tomás Mejía en el Cerro de las Campanas allá en Querétaro.

Volviendo a los ’Niños Héroes’, El 13 de septiembre de 1947, el gobierno mexicano develó en la Cámara de Diputados una inscripción en letras de oro con la leyenda ’A los Niños Héroes de Chapultepec’. Al día siguiente, en seis urnas de cristal y plata, con sus supuestos restos, fueron colocadas en la Plaza de la Constitución, en donde se realizó un suntuoso homenaje en el que participaron mandos del ejército y cadetes del Colegio Militar.

La realidad es que no hay pruebas forenses (fehacientes) que aseguren que los restos en esas urnas pertenecieron a esos cadetes. Pero a partir de entonces la historia oficial, cultivando un marcado nacionalismo, explotó la historia de los Niños Héroes insistentemente. Siendo así, en el calendario oficial se estableció esta fecha y conforme a ella, las autoridades municipales de Texcoco conmemoraron el sacrificio de los ’niños Héroes’, por la mañana del 13 de septiembre de 2024 en el parque del mismo nombre, en donde antes estuvo el Rastro Municipal de Texcoco y ahora en una de sus esquinas se encuentra la Cruz de Jaspeado.

En aquellos años, e incluso en la actualidad, al final de las batallas, por cuestiones sanitarias, los cuerpos de los muertos eran incinerados, y las cenizas eran enterradas o esparcidas, por lo que el paradero de los restos de esos cadetes caídos es indeterminado.

En esa batalla participó el coronel Felipe Santiago Xicoténcatl, al frente de un hornabeque. Defendiendo su posición, cayó herido y soldados sobrevivientes de su batallón lo envolvieron en su bandera y lo llevaron a un tempo. Moriría a causas de las heridas el 14 de noviembre de 1847.

Después de su muerte, sus restos fueron mantenidos envueltos en la bandera de su batallón, y enterrados en la capilla de San Miguel Chapultepec. Posteriormente fueron trasladados al Panteón de Santa Paula, luego al Panteón de San Fernando; y en las conmemoraciones del centenario de la gesta de Chapultepec en 1947, sus restos fueron exhumados, incinerados y depositados en el Altar a la Patria (monumento construido en donde se supone se ’encontraron’ los restos de los ’niños héroes’) y ocupan la parte central del monumento en el Bosque de Chapultepec. Sus cenizas reposan también en una urna de cristal y plata.

Así que, en ese Altar a la Patria, en donde se encontraron casualmente los restos mortuorios de los ’niños héroes’, están realmente los restos de seis desconocidos y del coronel Felipe Santiago Xicoténcatl, general póstumo.

En general el culto a los símbolos patrios sólo ha servido para adoctrinar a un pueblo desconocedor de su historia para darle un sentido de pertenencia a la nación. Estos cadetes fueron enaltecidos para distraer al pueblo, para encubrir una gran derrota, un gran fracaso: la pérdida de poco más de la mitad del territorio nacional.

Finalmente, con respecto a la bandera que ondeaba en la torre del Castillo de Chapultepec, ésta fue capturada por los invasores estadounidenses como botín de guerra, fue trasladada a los Estados Unidos, estuvo en la Academia Militar de West Point y fue hasta el año de 1950 que el gobierno norteamericano la devolvió a México. Esta bandera se encuentra tan deteriorada, textilmente hablando, que no es posible mostrarla al público.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Ávila C., E. y A. Rojas T. 2012. Historia de México II. Del Imperio de Iturbide al México actual. Ediciones Quinto Sol, S.A. de C.V. México, D.F. pp. 51-55.
Guadarrama C., S. 2024. Hace 77 años los Niños Héroes eran totalmente desconocidos en México. Perfil de Sofía Guadarrama Collado. Disponible en: https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=1105926897556221&id=100044167642851&mibextid=xfxF2i&rdid=eAeDadLLbYMd67VYN
Herrera P., M. 2018. Historia de México en mapas conceptuales. Editado por Mario Herrera Pineda. Lomas de Cristo, Texcoco México. pp. 213-225.
Huerta P., R.A. 2010. Efemérides de los Estados Unidos Mexicanos. Instituto Veracruzano de Cultura. Colección Bicentenario-Centenario. Veracruz, Veracruz, México. 358 p.
Riva P., V. 1981. México a Través de los Siglos. Décimo séptima edición. Ediciones Cumbre, S.A de C.V. México, D.F. Tomo Octavo. pp. 257-259.
Wikipedia. 2024. Batalla de Chapultepec. Wikipedia. La enciclopedia libre. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Chapultepec
Wikipedia. 2024. Felipe Santiago Xicoténcatl. Wikipedia. La enciclopedia libre. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_Santiago_Xicot%C3%A9ncatl
Wikipedia. 2024. Miguel Miramón. Wikipedia. La enciclopedia libre. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Miram%C3%B3n

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