AGENDA SINDICAL
Carlos Carral Hernández / Redacción /
Solamente una vez he sentido censura durante el tiempo que llevo publicando columnas y artículos de opinión, ¿el momento?, hace aproximadamente 15 años, donde se me pidió elaborar un artículo de opinión acerca del presidencialismo, el artículo no fue publicado, creo por la severa crítica que hice de quienes fueron candidatos a la presidencia de la república en 2006, a los que de manera general acusé de adorar y anhelar la idea del presidencialismo con facultades metaconstitucionales (más allá de la Constitución).
El presidencialismo de antaño, aquel donde la hora es la que el presidente quería que fuera cuando lo preguntaba, dependía y ejercía la concentración de poder, esa es la naturaleza de ese presidencialismo fuerte del que habló el Doctor Jorge Carpizo MacGregor en su obra, esa que deja sentir su poder tanto en la vía institucional con el ejercicio del poder público, como en la vía política en la designación de cargos a través del partido en el poder que llevaba a los aspirantes a hacer lo que diga quien toma ese tipo de decisiones.
Desde hace varios meses venimos señalando cómo para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la administración pública descentralizada es un problema, claro la federal, así como también lo ha sido la estatal para los gobernadores de los estados, y es que aunque participan con un lugar en sus juntas de gobierno, en muchas ocasiones se les van de las manos los diversos organismos descentralizados, tal y como ocurrió con NOTIMEX, la UNAM y otras instituciones y dependencias que han tenido problemas como la 4T.
Las medidas impulsadas por el Gobierno Federal en contra de la administración pública descentralizada han sido varias, primero por un lado se empujó a que desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se abandonara el criterio 1/96 que hasta el pasado determinaba que las relaciones de trabajo en la administración pública descentralizada se regían por el apartado ’A’ del artículo 123 Constitucional, con la determinación de la Corte, ahora las relaciones de trabajo se podrán regir por el apartado ’B’ del mismo artículo 123 de la Carta Magna, lo que nos lleva a que ya no existan Contratos Colectivos de Trabajo, el derecho de Huelga sea sólo declarativo y por tanto la lucha por mejorar derechos laborales de los trabajadores en estos organismo sea un sueño.
Los Órganos Autónomos como el INE, el INAI, el IFT, la CNDH y la totalidad de los 11 órganismos públicos autónomos a nivel federal en términos de lo que establece la Constitución Política, son en género organismos descentralizados, los que en especie ejercen una autonomía que se les reconoce para resistir los embates del gobierno federal cuando no esté de acuerdo en sus acciones y resoluciones, ejemplo de ello es el encontronazo vivido entre el INE de Lorenzo Córdova Vianello y la presidencia de la república.
El día lunes 11 de diciembre por la mañana, en su mañanera, el presidente anunció una iniciativa de ley para que desaparezcan los 11 organismos públicos autónomos, una medida que tiene pocas posibilidades de transitar al éxito y ver la luz, pues los números en la Cámara de Diputados y Senadores no le dan a la 4T para reformar la Constitución, aunque siempre existe una posibilidad por mínima que sea y de ocurrir la medida, lo que realmente encierra es una concentración aun mayor de poder de la que tiene al día de hoy en sus manos Andrés Manuel López Obrador.
Al igual que como en su momento lo plantee en ese artículo que no fue publicado por razón que desconozco y que nunca pregunté, el camino no es darle aun más poder al ejecutivo y revitalizar ese presidencialismo de las décadas de los 60´s, 70´s y 80´s, por el contrario debemos pensar en dejar atrás el sistema presidencialista, para transitar a un sistema parlamentario, donde el jefe del gobierno en turno pierda inmediatamente la posibilidad de dirigir la administración del país, cuando pierda la mayoría legislativa o no logre construir una coalición de gobierno.
Nuestro actual presidente es amante de ese presidencialismo rancio y controlador, de hecho, quien seguramente lo sucederá en el cargo si los números no fallan (no lo celebro ni remotamente): Claudia Sheimbaum, sentirá los efectos de todo ese poder que el tabasqueño se ha empeñado en aglutinar y vaya que lo ha logrado.
ADDENDA
1. En el conflicto que se vive nuevamente de falta de legitimidad del Presidente del Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación (TRIFE), los motivos huelen al estilo característico de Palacio Nacional de desestabilización. Definitivamente después de esta nueva crisis, la posición del actual presidente del TRIFE es insostenible y desde ahora como ocurre cada 6 años, el proceso electoral se empieza a manchar.
2. ’Aunque seas una de las personas más ricas del mundo, no puedes crear tus propias reglas’, las palabras del líder sindical Noruego que encabeza una huelga en contra de Tesla y el caprichoso Elon Musk, un tema que inició por la firma de un Convenio Colectivo con los mecánicos de esa empresa en el país escandinavo, que el empresario se negó a firmar sólo por ser él. El Sindicalismo se debe de reformar, observemos con todo detalles los avances de la lucha de los trabajadores en Europa principalmente, creo que nos ayudará a dejar de lado la política complaciente de muchos dirigentes mexicanos con el gobierno actual.
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