Julio López y las primeras reparticiones de tierras


Con un pequeño grupo de seguidores había invadido las haciendas en la zona de Chalco y de Texcoco

Julio López y las primeras reparticiones de tierras


Política
Julio 10, 2024 23:33 hrs.
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Roberto A. Huerta Paniagua › Divergencias Informativa

Seminario de Cultura Mexicana
Corresponsalía Texcoco, Estado de México

Julio López Chávez o Julio Chávez López, nació en San Francisco Acuautla, poblado ubicado en el actual municipio de Ixtapaluca, Estado de México (no se encontró información sobre la fecha de su nacimiento). Él, encabezó una protesta en contra de la aplicación de una de las Leyes de Reforma, particularmente la que enajenaban las tierras comunales a los poderosos y grandes propietarios en perjuicio de los indígenas y campesinos, anteriormente dueños de esas tierras, y que finalmente terminó favoreciendo la creación de las grandes haciendas en el Porfiriato.

Julio López, se había levantado en arnas con el fin de reemplazar a los gobiernos que creía corruptos y colaboradores de los hacendados por poblados con gobiernos autónomos. Con un pequeño grupo de seguidores había invadido las haciendas en la zona de Chalco y de Texcoco. Después de ser detenido por los soldados federales fue indultado por el gobierno; sin embargo, continuó con sus actividades reveles y extendió sus actividades al estado de Morelos por el sur, al este de San Martín Texmelucan y al oeste hasta Tlalpan, Estado de México.

El 16 de enero de 1868, Julio López, publicó y externó desde su ’Cuartel General Republicano’, reuniendo a la mayor parte del pueblo, un manifiesto llamado República y Patria Mexicana, dirigido al presidente Benito Pablo Juárez García, en el que le pedía que se reformara la propiedad agraria con apego a los títulos originales de los pueblos. Parte del manifiesto decía:

’…nadie nació para servir a otro, todo el que tiene expedito el uso de su razón y no se ha contaminado con los vicios, tiene derecho a designar a quienes han de cuidar de los intereses comunes a todos los hombres… (pese al) partido inercia que sanciona lo más monstruoso con su silencio criminal, que siempre recibe la ley del más audaz por egoísmo, por su cobardía y por su vergonzosa ignorancia.

Esta es la causa de que viven muchos pueblos en la mayor miseria… nosotros arrojamos hoy este partido inercia y reclamamos nuestros derechos, nuestras propiedades antiguas que tantos años ha nos tienen usurpadas los hacendados… que presenten sus títulos los pueblos y los hacendados, y se verá que los más antiguos son de los pueblos, y en vista de ello se nos ponga en posesión, dejándoles en su propiedad legítima.

Por lo anterior, le solicitaba a Benito Juárez que: …se sirva mandar decretar que todos los pueblos de la república que se componen la mayor parte de indígenas, que reconozcan sus derechos de propiedad terrenal, aguas y montes por medio de la razón y la justicia, según sus títulos y desde luego, poniéndoles en posesión… si por desgracia compraren los hacendados al ejército brillante republicano, por eso los pueblos tiene en sus torres campanas para bajarlas y fundirlas para piezas de artillería, para sostener el decreto… hasta morir o vencer… porque hemos jurado ya ante Dios y ante los hombres’.

Al fracasar sus gestiones ante las autoridades liberales, ideológicamente opuestas a la propiedad comunal, cumplió su amenaza y encabezó una guerra de los pueblos de San Francisco Acuautla, Coatepec, y San Vicente Chicoloapan, (entonces pertenecientes al Distrito de Chalco), así como de lugares aledaños, contra las haciendas, en las que, como era un elocuente orador, atraía a los campesinos prometiéndoles las tierras de dichas haciendas. Y así lo hacía, conforme se apoderaba de una hacienda, distribuía la tierra entre los campesinos. Con este apoyo pudo vencer varias veces al ejército de la república y escapar.

Sin embargo, el 23 de marzo de 1868 fue apresado e ingresó a la ex Acordada y fue puesto a disposición del Juez 3° de los Criminal junto con María Trinidad Juárez, Simón Arriaga, Mariano Vargas, Serapio Ortiz y Modesto Estrada. Pero ante el clamor popular, que no ignoraba la justicia de su causa; así como por la obligación moral que sentían los liberales de defender a las comunidades indígenas, fue nuevamente indultado por las autoridades juaristas.

Ya libre, no abandonó sus ideales y continuó con su lucha y el 29 de mayo de 1868 saqueó la hacienda de Buena Vista, propiedad de Mariano Riva Palacio. De esta hacienda, se llevó los caballos y repartió las tierras a los indígenas que lo siguieron en ese ataque; además, le ordenó al dueño de la hacienda de Aschacalco no trabajar en ella ni en el monte, ya que para él los verdaderos dueños eran los campesinos que vivían en los pueblos vecinos. Al mismo tiempo, se autoproclamó ’General en Jefe’.

En seguida, un periódico de entonces, dio cuenta de la siguiente noticia: ’El cabecilla comunista Julio López, correspondiendo al indulto que hace poco se le concedió, como suelen los revolucionarios de oficio, ha vuelto a aparecer con su gavilla en el Distrito de Chalco… dispone a su arbitrio de las personas y propiedades, y lo peor es que no hay tropas que lo sigan y goza de completa impunidad’.

Fue perseguido y esa persecución le dio la oportunidad al jefe político del Distrito de Texcoco de emprender una campaña de terror contra la población civil mediante toda clase de abusos: imposición de multas, allanamientos de casas, sustracción de documentos de propiedad de los pueblos, robo de caballos, encarcelamientos, golpes y amenazas a quienes pudieran unirse a López; y desde luego, amagos y amenazas de muerte a la esposa de Julio y hasta a sus pequeños hijos, de cinco y nueve años.

En ese escenario de rebeldía contra el gobierno, Julio López, estableció su cuartel en Actopan (posiblemente en San Pedro Actopan, poblado ubicado al Sur de la Ciudad de México, en la actual Alcaldía Milpa Alta), en donde fue sorprendido, derrotado y nuevamente capturado por el ejército juarista.

Finalmente, conforme a la ley del 6 de diciembre de 1856, el 9 de julio de 1868 a las diez de la mañana, Julio López, calificado como comunista, asesino y gavillero, fue fusilado en Chalco, Estado de México, en el patio de la Escuela Moderna, una escuela socialista para campesinos, que él mismo contribuyó a formar. Se afirma que antes de que se abriera fuego, gritó: ’Viva el socialismo’.

El movimiento campesino de Julio López Chávez, se extendería hasta el estado de Yucatán al ser deportados a esa entidad quince de sus seguidores, que después de rebelarse en contra de su incorporación al ejército, fueron pasados por las armas el 24 de febrero de 1869. De esta forma, el movimiento de Julio López fue el primero en la historia de México que demandó la reorganización de la sociedad y que luchó por la formación de sociedades agrícolas autónomas. Para muchos, este movimiento se adelantó cuarenta años a la lucha de los zapatistas.

REFLEXIÓN

Actualmente, la figura de Emiliano Zapata está muy manoseada, muy explotada y desde luego tergiversada. Cualquier asociación campesina: ejidatarios, bienes comunales, pequeños propietarios, etcétera; así como cualquier grupo que se siente de ’izquierda’ o llegue al extremo de creerse ’anarquista’, se coloca el nombre de ’Emiliano Zapata’. Grupos armados también secuestran su nombre y a tirar balazos con o sin razón. Y no se diga de los políticos de cualquier partido, que cuando las circunstancias lo ameritan recurren a su figura y se enarbolan con él haciendo gala de la más destilada demagogia en su provecho. También, escuelas, calles, plazas, auditorios, teatros y demás, tienen el nombre de ’Emiliano Zapata’ en su composición. Esto no sería criticable, lo malo es que muchas de esas organizaciones y discursos nada tienen ni tuvieron que ver con las justas luchas campesinas ni con la repartición de la tierra.

Julio López, personaje realmente desconocido –si se compara con Emiliano Zapata– tiene la virtud de ser aún una figura no raptada por esos mercenarios de la mercadotecnia política y el oportunismo. Su figura ha sido rescatada por la historia, esperemos que ésta se difunda y quede como el primer luchador social que repartió tierras entre los campesinos, cuarenta años antes de don Andrés Molina Enríquez y de Emiliano Zapata.

En la actualidad en el municipio de Valle de Chalco Solidaridad hay una escuela que lleva su nombre (con los apellidos invertidos): Escuela Secundaria Oficial No. 0589 ’Julio Chávez López’. De aquí en fuera, no se menciona su nombre.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Para la elaboración de este pequeño artículo se consultaron, principalmente, dos fuentes. No hay muchas:

Carmona, D. 2024. Es fusilado Julio López, calificado de ’comunista, asesino y gavillero’. Memoria Política de México. Instituto Nacional de Estudios Políticos, A.C. Disponible en: http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/7/09071868-JCh.html
Hysu. 2024. Conozca la historia del hombre que intentó derrocara a Benito Juárez. Historia y su Versión. Disponible en: http://historiaysuversion.blogspot.com/2012/09/conozca-la-historia-del-hombre-que.html

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