EL AHORA NOSTÁLGICO CANCIONERO PICOT


El Cancionero Picot, pionero en la difusión de la canción popular mexicana y pilar cultural en la creación de la identidad nacional



Cultura
Mayo 15, 2025 16:25 hrs.
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Roberto Antonio Huerta Paniagua / › Divergencias Informativa

Crónicas libres
Hace pocos días, caminando por la calle Olivo de esta ciudad de Texcoco, un amigo me llamó desde su camioneta, estacionada frente a su casa. Nos saludamos y me dijo que había estado revisando unas cajas que ya tenían mucho tiempo por ahí guardadas con cosas antiguas de sus tías; y que se encontró unos libros y varias revistas, entre éstas última, había tres cancioneros Picot y otra más de título ’Almanaque de Ross’, este almanaque y uno de los cancioneros tienen grabado el año de 1934; los otros dos cancioneros Picot no tienen año, pero por su impresión y formato similar a los documentos que sí tienen fecha, son de la segunda mitad de la década de los años treinta del siglo pasado.

Me mostró esas publicaciones y luego me las obsequió, diciéndome que yo sí las valoraría. ¡Y por supuesto que las valoro y a la vez aprovecho este espacio para agradecerle grandemente tan preciado regalo que guardaré entre mis antigüedades!

El Cancionero Picot era un cuadernillo, folleto o folletín de papel, un poco menor al tamaño media carta, que editaba los Laboratorios Picot, el cual fabricaba la entonces famosa ’Sal de Uvas Picot’, un laxante y remedio para muchos males estomacales. Esta publicación contenía entre sus páginas las letras de canciones (casi todas románticas) de compositores y cantantes del momento: boleros, mambos, rancheras, rumbas y sones.

Además, traía consejos para curar ’la indigestión provocada por la sabrosa comida mexicana, así como remedios de bálsamos o pastillas para aliviar el resfriado, la tos, las quemaduras y hasta los callos’ –así se afirmaba en esos folletos–. Y todo esto lo curaba la Sal de Uvas Picot, amén de curar igualmente el estreñimiento, el dolor de cabeza, los malestares de la cruda, estimulaba la eliminación de barros y espinillas, y hasta las reumas y otros malestares más. Todo esto, como panacea, lo curaba o ayudaba a palear la Sal de Uvas Picot; la cual, era también, ya preparada, una bebida ’refrescante y digestiva’.

Dentro de las páginas de esta publicación, entre canción y canción, se anunciaban también otros productos médicos, como las pastillas y el ungüento ’Penetro’ y el también ungüento ’Blanco y Negro’. Además, el complemento alimenticio Choco-Milk.

Este folletín se repartía gratuitamente a nombre de los Laboratorios Picot en prácticamente todas las colonias de la Ciudad de México y en numerosas poblaciones de los municipios aledaños a la capital. Recuerdo bien que alrededor de 1960, en el Pueblo Cooperativo, perteneciente entonces a la Escuela Nacional de Agricultura (ENA), en Chapingo, llegamos a escuchar algún día a una camionetita con un altavoz en el techo anunciando el Cancionero Picot acompañado el anuncio con alguna canción.

Y ahí íbamos todos los escuincles corriendo tras la camioneta esa para que nos regalaran un cancionero. Veíamos que de las casas salían las señoras, las muchachas y uno que otro señor para que también les regalaran un cancionero. Y sí, sin condiciones, nos daban a todos los que lo pedíamos, un Cancionero Picot. Luego se los dábamos a nuestras mamás y jamás los volvíamos a hojear. Se quedaban ahí en nuestros hogares y después se perdían.

Pasaron los años y esas camionetitas dejaron de ir y los cancioneros Picot se fueron haciendo raros y valiosos y no faltaba quien con nostalgia se acordaba que los repartían. Pasaron luego muchos más años y esos cancioneros se convirtieron prácticamente en piezas de colección.

De acuerdo con las fuentes consultadas (Avendaño, 2018 y Esparza, 2022), este cancionero salió a la luz en 1930. Sin embargo, revisando el Cancionero Picot del año 1934, que se me regaló, en sus páginas centrales, de manera elocuente y descriptiva se lee su origen, su contenido y la promoción de una edición especial, por lo que se transcribe íntegro y tal cual está el texto:

’El Cancionero Picot. Al Través de los Años. Ilustramos esta página con la reproducción de las portadas de las últimas ocho ediciones del Cancionero Picot. El Cancionero Picot es un libro que se edita cada año, recogiendo en sus páginas las letras de las más gustadas y lindas canciones populares.

Diez años hace que se edita este libro, y es de suponerse que en sus diez ediciones, esté recopilado lo mejor que ha producido el alma cancionera de México.

En sus radio-programas X.E.W., el Cancionero Picot ha dicho que, ’quien guarda el mayor número de sus ediciones, tiene el álbum más completo de las canciones populares’. Precisamente con la idea de formar este álbum y con motivo del décimo aniversario de su publicación, se ha hecho de este libro una edición de lujo, compuesta de 100 páginas, a dos colores y en el moderno procedimiento offset.

Esta edición de lujo del Cancionero Picot, contiene las letras de 400 de las más bellas canciones que hemos seleccionado de las ediciones anteriores, incluyendo, desde luego, aquellas que en el presente año tendrán la preferencia del público.
Además, ya que se trata de una edición extraordinaria –una edición que es el resumen de lo que ha hecho el Cancionero Picot en diez años, hemos incluido las biografías de veintidós compositores e intérpretes de canciones populares, ilustradas con fotografías, entre las que figuran Guty Cárdenas, Agustín Lara, María Grever, Curiel, Esparza Otero, Arvizu, Toña la Negra, etc.

Usted puede obtener el cancionero Picot, en su edición de lujo, consultando el cupón que aparece en la página 32 de este libro.
¡Lo que México ha cantado en diez años, está contenido, para usted, en la edición de lujo del Cancionero Picot!’

Este texto se encuentra en las páginas 16 y 17 de la edición del año 1934; y, en éstas, se aprecia impresa la portada de una edición de 1927; además, se afirma en la lectura que con motivo de los diez años de su publicación se oferta una ’edición de lujo’; por lo tanto, el Cancionero Picot, debe haber iniciado en 1925 (contando este año como el de su primera edición). Esto es, hace ya cien años. Es, pues, el presente año, 2025, el centenario del nacimiento del Cancionero Picot.

En el Cancionero Picot, desde que salió, además de las letras de las canciones, ’se encontraban consejos de belleza para la mujer, como el uso de medias elásticas para las venas varicosas o de antisépticos para blanquear el cutis; así como, ’a manera de pequeñas historietas, recomendaciones de productos para nutrir a los niños y endulzarles la vida, una vida que en aquellos años era feliz con juegos infantiles como la ’Rueda de San Miguel’.

En cuanto a las canciones, los autores arriba mencionado señalan que en este cancionero se podían leer las letras de las obras producidas por autores mexicanos y extranjeros, como Agustín Lara, Joaquín Pardavé, Álvaro Carrillo, Lucho Gatica, Rosita Quintana, Antonio Aguilar, Rita Arce, Los Tres Caballeros, Carmela Rey, Ramón Márquez, Olga Guillot, Gonzalo Curiel, Gabriel Ruiz, ’Tata Nacho’, Mario Talavera, José Alfredo Jiménez, María Greever, Guty Cárdenas, Chucho Monge, Lorenzo Barcelata, Tomás Méndez, Alberto Domínguez y muchos más.

En la edición de 1934, aparecen canciones de Rafael Hernández (Desvelo de amor, Esos no son de allí, y Japonesita); de María Grever (Sic.), que sabemos es María Greever (Si fueras mía, ¿Qué sabe tú?, y Sin ti); Agustín Lara (Tus pestañas, No me acuerdo, Carita de cielo, y La Cumbancha), E. Lecuona (Lamento cubano, ¿Para qué?, y Noche azul), Gonzalo Curiel (La criollita, Visión, Temor, y Canta el son), Lorenzo Barcelata (Errante), Luis Arcaraz (Boquita encendida), M. Prado (Macarena); y de otros autores más.

El 18 de septiembre de 1930, en los altos del cine Olimpia, surgió la emisora de radio XEW. Desde entonces, los Laboratorios Picot iniciaron negociaciones con esta estación pionera para abrir un programa de radio, el cual se transmitía en un horario nocturno. De esta forma, lo que se escuchaba en la radio también se leía en el Cancionero Picot. Con esta labor divulgadora de la canción mexicana, se promovieron a los compositores e intérpretes del momento; así mismo, se dio inicio a varios programas de radio en donde se dieron a conocer entre los radioescuchas ritmos y melodías que se hicieron muy populares.

Estos laboratorios implantaron la modalidad de contratar artistas exclusivos para sus programas y presentar en México a estrellas internacionales, como la veracruzana Antonia del Carmen Peregrino Álvarez[, que en los cancioneros se anunciaba así: ’Oiga a nuestra artista exclusiva Toña la Negra los lunes, miércoles, viernes y domingos de 10 a 10.30 P.M. en XEW.’

Y en cuanto a los locutores que anunciaban los múltiples usos de los productos de esta firma, estaban Ricardo López Méndez, un culto poeta, autor de la famosa frase: ’Si un vaso de vino quita la pena, un vaso de sal de uvas Picot quita la pena del vino’; y, también, Arturo García, conocido en el mundo del cine como Arturo de Córdova.

Volviendo al cancionero de 1934, que me ha servido de guía en esta pequeña crónica, se ven en sus páginas centrales que las portadas de los cancioneros desde 1927 hasta 1934, estaban ilustradas con imágenes de los cantantes. No aparecían en dichas portadas los icónicos personajes asociados con este cancionero, ’Chema’ y ’Juana’. Quiero suponer que en las portadas de 1925 y 1926 tampoco aparecían.

Sin embargo, en la publicación de 1934 sí están dentro del cancionero y en la contraportada; a lo mejor también en las ediciones anteriores. Señalo esto porque al parecer, a partir de la siguiente edición, que correspondería a la onceava, la de 1935, ya aparecen estos dos personajes como figuras preponderantes de los Laboratorio Picot, y así en los subsecuentes cancioneros.

En la onceava edición del Cancionero Picot, está Chema y Juana flanqueando los extremos de la portada y al fondo se aprecia el Palacio de Bellas Artes. Al respecto, en la presentación de esta edición, se puede leer en su primera página lo siguiente: ’Lector, tenemos el honor de ofrecer a Ud. la 11a. edición del gustado Cancionero Picot, la que a nuestro juicio supera a las anteriores, pues hemos adoptado como lema: ’CADA AÑO MEJOR’. Continúa la presentación y en ésta, más adelante, se dice: ’En la portada, aparecen nuestros simpáticos personajes ’Don Chema y Juana’, contemplando la fachada del monumental Palacio de Bellas Artes, –recientemente inaugurado– cuya obra…’ Y el resto del cancionero guarda el formato tradicional: canciones, consejos en viñetas con escenas muy mexicanas de Chema y Juana, publicidad y demás.

Y bien vale describir a Chema (o don Chema) y a Juana. Estos personajes eran dos figuras muy mexicanas: Chema, un charro de bigote con sombrero de ala ancha, camisola de color blanco o crema, corbatín rojo, pantalón de tela negra por delante, de cuero posteriormente y con raya longitudinal (o botonadura de plana) que adornaba las piernas de dicho pantalón; con botines color café claro y pistola al cinto. Juana, una mujer de cara redonda, bonita, con arracadas rojas, de pelo negro, largo hasta la cintura y de trenzas adornadas con moños tricolores y vestida de china poblana: blusa blanca con holanes coloridos y la falda roja ornamentada, a veces al frente con un águila con las alas extendidas hacia ambos lados y con la serpiente en su pico (un águila muy porfiriana); y con zapatillas rojas de tacón. Vaya, eran dos personajes muy mestizos.

En esta edición, al igual que en la anterior, hay muchas canciones, sólo se registrarán doce a manera de ejemplo: Carioca, sin autor; Flor de ilusión, también sin autor; Gota de miel, de Agustín Lara; Crucigrama, de Luis Arcaraz; Piénsalo bien, canción de Agustín Lara; Te quiero todavía, de Mario Talavera; Asturias, de Emilio de Nicolás; Siempre de vas…, de Agustín Lara; Soy mexicana, del Dr. Carbajo; Las gaviotas, sin autor; As de corazones rojos, de Luis Arcaraz; y Guadalajara, canción tapatía de Pepe Guizar.

Eran aquellos años los años en los que los gobiernos querían crear un fuerte nacionalismo, por lo que promovían valores considerados muy mexicanos. En ese escenario, los cancioneros Picot jugaron un importante papel en la difusión masiva de canciones mexicanas –y también latinoamericanas– que finalmente se hicieron muy populares; además, dieron a conocer entre muchísima gente a compositores e intérpretes que finalmente se hicieron figuras artísticas de época.

Este fue el principal mérito de estos cancioneros, ya que un elemento clave en la creación de una identidad nacional, son precisamente las canciones consideradas propias del país, compuestas e interpretadas por connacionales.

Así, de acuerdo con Avendaño (2018), el domingo 18 de agosto de 1955, el periódico EL UNIVERSAL publicó un artículo sobre la importancia del Cancionero Picot en la difusión de la canción mexicana, resaltando que durante 27 años de su labor había repartido 54 millones de cancioneros en 1,876 poblaciones de México.

Terminaré esta breve crónica con una incompleta descripción del tercer cancionero obsequiado y reiterando mis agradecimientos. Pero antes, cabe señalar que ni el cancionero anterior ni éste, tienen fecha de publicación, se deduce que el anterior corresponde al año de 1935 porque en su presentación se afirma que es una onceava edición, siendo la de 1934 la editada el décimo año de sus publicaciones, como ya se reseñó. Y ésta, –digamos– la tercera, posiblemente corresponda a la doceava edición, que sería la de 1936. Realmente no lo sé.

Lo cierto es que en la portada del tercer cancionero ya aparecen como figuras centrales Chema y Juana. Chema está jineteando un torete y Juana está tras la cerca observándolo. Luego, en la primera página hay una ’Salutación de Don Chema’, que también transcribiré porque igualmente me parece muy ilustrativa del escenario en esos años y de la finalidad de esta publicación.

En esta salutación aparece Chema vestido de frac completamente negro, con sombrero de copa y zapatos de charol (¡Ah!, pero eso sí, con la pistola al cinto). Don Chema está saludando y quitándose el sombrero. Y Juana, está atrás de Chema, tiene un vestido largo blanco, estola, abanico y un peinado de moño que le recoge esas trenzas largas:

’Elegante y copetudo,
Ante ustedes llego yo
Con mi sorbete ’felpudo’,
A traerles el saludo
Del Cancionero Picot.

Y mi Juana que es muy fina,
También pueden contemplar
Que hoy dejó el traje de china
Y se vistió de catrina
Pa venir a saludar.

Y esta ropa elegida
La ven que está bien cortada
Y que aún no está raída,
Es que es hecha a la medida;
No crean que es alquilada.

En cualquier tierra, al llegar
Nos ponemos con agrado
La ropa de ese lugar,
Para andina poder dar
A cada quien por su lado.

En Jalisco, tierra suave,
Ella es china y yo soy charro,
Y como el que sabe, sabe,
Nos bailamos un jarabe
Hasta que se atore el carro.

En Yucatán, la ’jarana’
Nos bailamos de ’mestizos’
De la noche a la mañana,
Y quien por ver a Juana
Perdió los dientes postizos.

En Veracruz, de jarochos
Nos fuimos al malecón,
Y entre los turistas pochos
Nos trenzamos varios ochos
Al bailarnos un danzón.

La Sandunga nos bailamos
De tehuanos en Oaxaca,
Y tanto allí nos cansamos,
Que sólo descanso hallamos
En el vaivén de una hamaca.

Luciendo mi camisola
Me puse en Sonora chango
Para bailar la ’paz cola’,
Y en Tamaulipas, gran bola
Armamos en un huapango.

Por ’onda’ quera que fuimos
La gente nos aplaudió,
Y a ese honor correspondimos,
Y a todos a tomar dimos
La Sal de Uvas Picot.’

Otra característica de esta edición, es que junto con las letras de las canciones vienen anunciadas las casas disqueras y las claves del disco (seguramente de acetato y en esos años, primero de 78 RPM y tiempo después de 33 1/3 RPM) en donde se podían escuchar, por ejemplo, Rancho alegre, de Felipe Bermejo, Discos Victor 76264; Piel morena, de Juan Leonardo, Discos Victor 76409; Bajo un palmar, de Pedro Flores, Discos Dacca 21013; Yo sé tú pena, de J.A. Garrido, Discos Peerles 1598; y A la brava, de Felipe Bermejo, Discos Peerles 1557.

Una muestra más de las canciones que aparecen es esta edición son: Mi tormento, de los Hermanos Domínguez, Discos Victor 76425; Desesperadamente, un bolero de Gabriel Ruiz, Discos Victor 76458; Primer amor, de Gabriel Ruiz, no anuncia en qué disco; Tu olvido, de Gabriel Ruiz, Discos Victor; Chamaca argentina, un vals de Juan Arvizu y Mitre Navas, no señala disco; Pos qué le voy a hacer, de Refugio (Cuco) Sánchez, Discos Victor 76455 y 76037; Tengo mil novias, sin autor, Discos Victor 76455; ¡Ay caramba!, de Juan S. Garrido, Discos Victor 76452; El gusto, un son huasteco, Discos Victor 75311 y Discos Peerles 1159; Volveré, de María Greever, Discos Victor 76243; Piedad, un bolero de Felipe Bermejo, no anuncia disco; y Serenata de amor, música de Manuel Esperón, Discos Victor 76357.

Pues bien, todo en esta vida tiene su principio y su fin. El Cancionero Picot no fue ajeno a esta ley. De acuerdo con Esparza (2022), ’por los años 62 o 63, los laboratorios Picot retiraron el cancionero de su campaña de publicidad., Quizás influyó el impacto de la televisión, los programas musicales en vivo, la accesibilidad a los discos fonográficos y luego a los casetes; así como a nuevas publicaciones de temas musicales’.

UNA ANÉCDOTA AL RESPECTO

Cuenta Germán Aré chiga Torres, historiador de Ciudad Nezahualcóyotl, que a la colonia Aurora de ese municipio, después de buenos intentos y sesudos devaneos, se les pusieron a sus calles los nombres de las canciones que aparecían en una de tantas ediciones del Cancionero Picot. La anécdota estuvo así (claro, no seré tan elocuente ni preciso como don Germán): Era mayo de 1959 y urgía vender los terrenos de un nuevo fraccionamiento en Ciudad Nezahualcóyotl. Todo estaba bien: trazos, planos, tamaños de los lotes y nombre de la colonia, ’Aurora’; sólo los nombres de las calles no eran del agrado de los accionistas. Entonces, Abraham Sonic citó a sus ingenieros de mayor confianza: Róselo, Aré chiga (padre de Germán) y Zapata, para que dé un día para el otro propusieran los nombres de las calles. Los ingenieros propusieron números, ciudades, pueblos de México, países, héroes, puntos cardinales, planetas y constelaciones, animales, y todas sus propuestas fueron rechazadas.

Róselo, opinó entonces que, porque mejor no iban a la cantina ’Los Espejos’, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, para ver si con unas copas se les iluminaba la mente o les llegaban ideas. En la cantina continuaron con la tarea y no se les ocurría nada. Durante el tiempo que ahí estuvieron entraron a la cantina un billetero, varios boleros, dos tríos, el de los toques, otros vendedores y finalmente un voceador que traía periódicos y varias revistas. Entonces, Aré chiga, vio que entre éstas había un Cancionero Picot.

Y pronto los tres se iluminaron, adquirieron el cancionero, trajeron los planos del carro, un Ford Victoria de Aré chiga, y sobre dos mesas juntas extendieron los papeles y empezaron a ponerles nombres a la calle con las canciones que en ese cancionero aparecía, empezaron con Las mañanitas, La madrugada, Amanecer ranchero y así hasta que se acabaron los nombres de las canciones de esa publicación. Entonces ellos empezaron a complementar los nombres de las calles con títulos de canciones que recordaban.

Luego se les agregaron varios contertulios que también propusieron más nombres. Y así fue como se les dio nombre a las calles de ’La Aurora’ en Ciudad Nezahualcóyotl: Rayito de sol, La barca de oro, Pancho López, Pichi rilo, Cuatro milpas, Las golondrinas, La cucaracha, Pájaro azul, Águila negra, Caballo bayo, El farolito, Los laureles, La bamba, La malagueña, El zopilote mojado, La verdolaga, Pajarera y muchas más.

De acuerdo con Germán Aré chiga estos nombres le dan a la colonia Aurora y por extensión a Ciudad Nezahualcóyotl una identidad única porque no hay en ninguna otra parte espacios urbanos con nombres de canciones mexicanas.

Y bueno, como lo dije arriba, reitero mi agradecimiento a Roberto Guadarrama Durán por tan valioso obsequio, haré lo posible porque estén a buen resguardo y conservación. Y está pendiente un café para hojear y apreciar unas viejas cartografías.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Avendaño, R. 2018. ¿Te acuerdas del Cancionero Picot? El Universal. Disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/musica/te-acuerdas-del-cancionero-picot/
Esparza M., J.M. 2022. Cancionero Picot. El bordo. Disponible en: https://elbordo.com.mx/invitado-especial/cancionero-picot-20220825-9134.html

AGRADECIMIENTO

Agradezco a Ricardo Marmolejo Mendoza, maestro de la guitarra y de las décimas, por la información acerca de los nombres de las calles de las colonias Benito Juárez, Ampliación Evolución, Ampliación Vicente Villada, todas en la Aurora en Ciudad Nezahualcóyotl; y por facilitarme las siguientes direcciones electrónicas: https://www,facebook.com/share/v/1C3HEYaSoH/ y https://www.facebook.com/share/v/16c2jFWJ9G/ donde se detalla la anécdota aquí bosquejada.

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