Cronista dentro de la historia de Texcoco Alejandro Contla Carmona


Rinden homenaje y le dan el último adiós al maestro de maestros



Cultura
Junio 12, 2023 19:31 hrs.
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Roberto Antonio Huerta Paniagua › Divergencias Informativa

Breve semblanza del profesor Alejandro Contla Carmona

El mismo Maestro Alejandro Contla narraba que fue hasta los veinte años de edad que se enteró, por su madre, Paz Carmona Lucio, que había nacido en el Distrito Federal, en la hoy Ciudad de México, allá por las calles de Argentina, entre los barrios de Tepito y la Lagunilla. Pero que, de meses la familia se fue a vivir a la ciudad de Apan, Hidalgo, y por caprichos de su padre, Pascual Contla Martínez, fue ahí registrado, anotando en el acta como fecha de nacimiento el 28 de abril de 1945.

Alejandro pasó su infancia y cursó la educación primaria en varios lugares del estado de Hidalgo. Cuenta que su madre fue su primera maestra: ’con ella aprendí a leer, a escribir y hacer cuentas’. Sin embargo, su educación formal la inició en la escuela rural de La Victoria, una comunidad perteneciente al municipio de Metepec, distrito de Tulancingo.

Por el trabajo de su madre, maestra rural, fueron varias las comunidades del estado de Hidalgo por donde Alejandro peregrinó: Agua Blanca de Iturbide, Milpa Vieja, San Pedrito, Apan, Metepec, Tulancingo, y también en Pachuca por año y medio. Finalmente, después de cursar años truncos en varias primarias de esa entidad, concluyó esta etapa de la educación en la Escuela Primaria Urbana ’Martín Urrutia Escurra’, en Tulancingo.

Su residencia en Pachuca la alternaba viviendo en la Ciudad de México en la casa de unos tíos que vivían en la calle de Ecuador No. 110, interior 6, una vieja vecindad de barrio. En esta ciudad, Alejandro conoció la vida de barriada, las funciones de cine, los salones de baile, las vendedoras de amor, en fin.

En 1958, viviendo en Progreso, Hidalgo, porque en ese entonces ahí laboraba su madre como profesora, lo internó, a sus trece años de edad, en la Escuela Normal Rural del ’Mexe’ Hidalgo, institución de la que desertó. Y en lugar de retornar a su casa, se fue a la casa de otros tíos que vivían, igualmente, en la Ciudad de México.

En México, su tío tenía una tienda de abarrotes llamada ’El Micalet’, que estaba casi en la equina de la av. Cuauhtémoc y Eugenia, en la colonia Narvarte. El Mismo Alejandro cuenta: ’…recuerdo que a las cinco de la mañana me levantaba, ya que había que recibir dos cajas de leche… cajas de madera muy pesadas; leche que venía en botellas de cristal con tapadera de papel metálico de color morado… ahora sé, que era leche de los establos de Texcoco…’

A finales de 1958 su madre fue por él a la tienda del tío para llevarlo a vivir a Chiconcuac, Estado de México, lugar a donde la acababan de adscribir pasándola del estado de Hidalgo a esta entidad federativa.

Poco tiempo después, en febrero de 1959, su madre, acompañada en esa ocasión de Fidencio Anzures Escobar, padrastro de Alejandro, ya que había fallecido su padre, lo volvió a internar en otra escuela rural, pero ahora en la Escuela Normal Rural ’Lázaro Cárdenas del Río’, en Tenería, Tenancingo, Estado de México.

Con el lujo de detalle que le caracterizaba, en una crónica elaborada por el mismo Alejandro Contla, describe su llegada a Tenería, sus primeros amigos, sus profesores, las clases, los libros, los grupos, sus aventuras y demás. Finalmente, relata que el 31 de octubre de 1964 fue el baile de graduación de su generación.

Al día siguiente de esta celebración, clausuradas las clases en la Escuela Normal, el internado se cerraba, y ahora ya 24 exalumnos que estaban haciendo el servicio militar, faltándoles siete domingos para recibir su liberación, se vieron sin hospedaje y alimentos; así que, para tener donde vivir y comer por ese tiempo, se encuartelaron en el IV Regimiento de Caballería. Y ahí, durante esa estancia en el ejército, Alejandro Contla y sus compañeros aprendieron desde a marchar y cabalgar hasta desarmar y arman fusiles; y también dejaron huella. Finalmente, el 18 de noviembre de 1964 en ceremonia oficial recibieron sus cartillas liberadas, de manos del general Marcelino García Barragán, entonces Jefe de la Zona Militar 22 con sede en Toluca.

Ya con la documentación mínima necesaria, el 9 de marzo de 1965, Alejandro se presentó en la Dirección de Educación del Estado de Oaxaca, en la ciudad del mismo nombre, para recibir su orden de adscripción. El 17 del mismo mes le comunicaron que se presentara en la Inspección Federal en la población de Silacayoapan, de la misma entidad, para lo cual abordó una avioneta en Huajuapan de León que a ese lugar lo llevara. El inspector federal lo asignó a la escuela primaria de la cabecera municipal, pero de inmediato los profesores sindicalizados protestaron argumentando que era ’nuevo’ y otros con más antigüedad merecían ese puesto. Por lo tanto, el 23 de marzo, junto con un nuevo compañero y amigo, Francisco Javier Pérez Acosta, fue reasignado a la Escuela Primaria ’Miguel Alemán’ de Santa Ana Rayón, municipio de Tamazola, distrito de Silacayoapan, estado de Oaxaca.

Siendo así, él y su amigo, guiados por tres campesinos que tenían ya muchos días en esa misma Inspección Federal pidiendo se les asignara un maestro para esta comunidad, partieron al día siguiente y después de 18 horas a caballo llegaron a Santa Ana Rayón. Era el 25 de marzo de 1965.

El escenario era tan decepcionante: pobreza por doquier, casas de embarro de lodo sobre otates y techos de palma de dos aguas, que le hicieron pensar: ’Esto no es lo mío, llegando descanso y mañana me regreso a Chiconcuac y a otra cosa; ¿de maestro en la sierra?... definitivamente no’ Pero de inmediato salieron a su llegada madres descalzas con vestidos de manta raídos y deshilachados, niños desnutridos, viejos que se quitaban el sombrero a sus pasos. Una señora se acercó y le dijo: ’maestro, gracias por venir’, otra dijo: ’ya los esperábamos’; y un niño le tomó la mano y se la besó. Observó sus ojos y vio que le brillaban de gusto y esperanza. Y en ese instante se dijo ’Aquí me necesitan… me quedo’. Y le nació su vocación de ser profesor rural.

Había entonces cuatro grupos, de 1° al 4° año. Alejandro se hizo cargo de primero y segundo y su amigo de tercero y cuarto. Él, impartía sus clases en un galerón de piso de tierra y sin ventanas; y su compañero en la Delegación municipal. Por tales condiciones, en junio de 1965, en reunión de padres de familia, les plantearon los maestros la necesidad de buscar un terreno para construir la escuela. Hubo mucha oposición, principalmente de la cofradía religiosa, quien poseía una gran extensión de tierras y corrales. La oposición fue tal que casi Alejandro llega a los golpes con el cófrade principal, pero al final el pueblo entendió la necesidad y se logró firmar un acta de donación de un terreno en las orillas del pueblo. Cinco años después, ya no estando en ese lugar el profesor Contla, se enteró que fue inaugurada la escuela en el terreno por el que se peleó.

Narra el maestro Contla que una tarde, después de hacer deporte con los niños y los adultos, vio que en una loma había un terreno que tenía poco más de 400 metros; entonces, después de hacer deporte, se dedicaron a desmontar, quitar las piedras y apisonar para construir una pista aérea para avionetas, y así ahorrarse 14 horas de viaje a Huajuapan y estar ahí en sólo 20 minutos.

En febrero de 1966 fueron convocados por el inspector escolar a la Primera Junta del Ciclo Escolar 1966, en el municipio de Mariscala; y en ésta, Alejandro Contla fue nombrado director de la Escuela Primaria ’Benito Juárez’, de San Nicolás Hidalgo, en el mismo municipio de Mariscala. Esta era ya una escuela completa, con seis grupos, casa para el maestro y para el intendente y una parcela escolar. Cuyas ganancias eran entonces de $16,000.00 por la venta de panela.

A mediados de febrero de ese año, el comisariado ejidal y el delegado auxiliar insistentemente (y siempre ebrios) le pedían al maestro que realizara una asamblea para repartir el producto de la parcela escolar. Más le advirtieron al profesor que la insistencia era porque el director anterior acostumbró a la población a que el producto de la parcela se dividiera en tres partes iguales entre éste, el comisariado y el delegado, y eso se había hecho ley y costumbre, contraviniendo las disposiciones legales.

Finalmente, Alejandro hizo la reunión, y conforme a la ’Agenda Escolar’, aprobada durante la presidencia del general Manuel Ávila Camacho en 1942, se hizo la repartición del producto de la parcela: 50% para obras materiales de la escuela, 25 para la compra se semillas y otros insumos y 25% repartido proporcionalmente entre maestros, el director y los que trabajaron la parcela.

Desde luego que esto no le gustó al comisariado ni al delegado y pensaron en venadear al maestro, pero igualmente fue advertido y tuvo que salir de ahí apresuradamente a caballo rumbo a Mariscala. Ya ahí, el inspector, sabiendo el motivo de su llegada, le dijo que fuera a las oficinas de la Comisión del Río Balsas, cuyo titular era entonces el general Lázaro Cárdenas del Rio, y quien le ordenó se presentara el Toluca, Estado de México, para recibir una nueva adscripción. Y además le dijo: ’Gracias por resolver lo de San Nicolás Hidalgo, asunto que el año pasado, los del pueblo vinieron a pedirme que lo resolviera’.

Ya en Toluca, a finales de 1966, el Alejandro Contla fue adscrito a la Zona 12 de Primarios con cabecera en Chiconcuac, México, a la Escuela Primaria ’El Niño Campesino’, de Chimalpa, municipio de Chiautla, muy cerca de Chiconcuac. Al año siguiente, 1967, con 22 años de edad, se cambió de escuela y llegó a la Primaria ’Benito Juárez’ de Chiconcuac. En este mismo año, regresó a la Escuela Normal de Tenería con la finalidad de presentar su examen profesional para obtener el título de ’Maestro en Educación Primaria’, cosa que así fue.

También, en este año, fundó la ’Liga Municipal de Basquetbol de Chiconcuac’, logrando registrar 16 equipos en el primer campeonato regional. Y después de fundar esa liga, incursionó en la profesión de árbitro de basquetbol.

En 1968, Alejandro Contla contrajo nupcias con Martha Ortega Cantabrana, originaria de Chiconcuac, quienes procrearon tres hijos: Ma. Concepción Marina, Ladizlao Iván Alejandro y Sérpico Vladimir Francisco José.

Continuando con su formación profesional, en 1970, concluyó sus estudios en la Escuela Normal Superior en la ciudad de Puebla. Y de inmediato solicitó en la Dirección de Secundarias Federal laborar en ese nivel educativo. En esa dirección laboraba un exalumno de Tenería y luego de una broma lo comisionó a Guerrero Negro, Baja California. Pero al siguiente día, la secretaria le informó que sería adscrito a Guaymas, Sonora, a donde el 22 de noviembre del mismo año llegaron él y varios maestros más a fundar la Escuela Secundaria Federal No. 1 de Guaymas.

Al siguiente ciclo escolar 71-72, le otorgaron su cambio a Tlaxcoapan, Hidalgo. Luego, con la ayuda de otro amigo de escuela, que laboraba en el Departamento de Escuelas Secundarias Foráneas, el 13 de septiembre de 1972 fue adscrito a la Escuela Secundaria Federal ’Ignacio Ramírez’, en Texcoco, la famosa ESFIR, en donde le designaron las materias de Civismo, Geografía e Historia.

En 1975, el maestro Armando Peralta, fundó la Escuela Secundaria Federal ’Emiliano Zapara’ en la Unidad ISSSTE, en este mismo municipio de Texcoco. En ese año, el maestro Peralta se dedicó de lleno a consolidar esa escuela, por lo que invitó al profesor Contla a suplirlo como maestro en la Escuela Normal Superior de Oaxaca ’Carlos Gracida’ para que impartiera los cursos intensivos de verano de las materias de Higiene Mental y Psicotécnica Educativa.

En ese mismo año, el profesor Contla promovió la fundación de la Escuela Secundaria Federal ’Arqueles Vela’ en Chiconcuac, México. Tres años después, el 2 de octubre de 1978, se inauguró la Escuela Preparatoria Federal por Cooperación No. 142, ’Basilio Cantabrana’, en la misma población de Chiconcuac, en donde desde ese año y hasta 1992, fungió como subdirector, impartiendo además la materia de Filosofía.

En 1982, solicitó un permiso sin goce de sueldo al Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM) para dedicarse de tiempo completo a la Preparatoria Federal por Cooperación de Chiconcuac. Y en 1992 retornó al sistema de secundarias a la ESFIR. Sin embargo, sólo estuvo ahí por tres días, ya que el Jefe del Departamento de Telesecundarias, un antiguo compañero de la Normal de Tenería, lo invitó a colaborar con él para organizar un programa y evento nacional con motivo del 25 aniversario de este subsistema.

Hubo un encuentro nacional de declamación, así como muestras de danza y escolta, mesas redondas y conferencias sobre el desarrollo de las telesecundarias en México. En ese evento colaboró en la elaboración de un ’calendario cívico’ en el que se eliminó el santoral y se sustituyó por fechas históricas y efemérides del Estado de México, y el cual se repartió en todas las telesecundarias.

En 1994, Alejandro ya no retornó al sistema de Secundarias Federales, sino que solicitó integrarse al de Telesecundarias. Así, en 1995, fue nombrado Director de la Telesecundaria No. 108, ’Sor Juana Inés de la cruz’, de San Joaquín Coapango, comunidad localizada en este municipio de Texcoco. Finalmente, en febrero de 2019, cumplió 24 años como su director, y 54 años de servicio profesional; con ese tiempo da labor profesional, el 31 de octubre del mismo año, se jubiló.

Después de esta corta reseña profesional, vale destacar, también muy brevemente por ser más conocida, su participación en la vida cultural, principalmente en Texcoco: En 1977 fue fundador de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, evento que se realizó en Mérida, Yucatán; en 1978 fungió como presidente de la Sociedad de Estudios Históricos de Texcoco; en 1979 fue socio correspondiente de la Sociedad Chihuahuense de Estudios Históricos; en 1980 se integró al Centro de Investigaciones Históricas del Estado de Morelos; en 1982 participó como cronista fundador de la Asociación Mexiquense de Cronistas Municipales, acto que se realizó en Ixtapan de la Sal, México; se sumó a la Academia Mexicana de Estudios Numismáticos, así como a la Sociedad Mexicana de Genealogía y Heráldica; en 1985 fue fundador de la Academia de Historia Regional de Texcoco; fue académico de número de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, fue presidente fundador del Consejo de la Crónica de Texcoco; así como socio fundador del Consejo de la Crónica de Chiconcuac, en el año 2010.

Con respecto al Consejo de la Crónica de Texcoco, se debe destacar que esta organización se gestó cuando el 23 de octubre del año 2000, el Regidor Ramón Sánchez de la Rosa, propuso ante el Cabildo del Ayuntamiento de Texcoco la creación del Consejo de la Crónica. Era entonces periodo 2000-2003 y fungía como presidente municipal el licenciado Horacio Duarte Olivares. La creación de este consejo fue aprobada en la Vigésima Octava Sesión de Cabildo de fecha 12 de marzo de 2001. Al día siguiente, el licenciado Constanzo de la Vega Membrillo, Secretario del Ayuntamiento, convocó a los integrantes del consejo a una reunión para darles a conocer las acciones a realizar en pro del rescate del ’Pasado Texcocano’. Así se inició.

Al poco tiempo, 2002, el profesor Contla fue designado como Cronista de la Ciudad de Texcoco; y en el año 2013, fue nombrado Cronista Municipal de Texcoco, puesto que ocupó dese entonces hasta la fecha de su muerte.

El maestro Contla fue nombrado también cronista corresponsal y socio de la Real Sociedad de Cronistas de España.

Entre sus publicaciones se encuentran: La Casa Real de Texcoco, Censo Agrícolas Prehispánicos de la Zona Texcocana, Texcoco 1827, Capital del Estado de México, Historia del Molino de Flores de Texcoco, Historia y Leyendas de las Calles de Texcoco, Extranjeros en la Revolución Mexicana, La Constitución de Cádiz y los Primeros Municipios de México, El conflicto Religioso de 1519-1530, Mis Experiencias con el Cronista Musical Chava Flores, Crónica de Francisco Gabilondo Soler ‘Cri Cri’ y su vida en Texcoco, La Derrota de Francia en Texcoco 1867, Vida y Obra de José María Luis Mora 1794-1850, y Ciudades Mexicanas, y otras más.

Paralelamente, como presidente del Consejo de la Crónica de Texcoco, que poco después sería el Consejo de la Crónica Municipal de Texcoco, promovió y coordino la edición anual de crónicas elaboradas por sus integrantes: Crónicas Escolares, Crónicas de Texcoco Volumen 1, Crónicas de Texcoco Volumen 2, Crónicas de Texcoco 5, Crónicas de Texcoco 6, entre otras.

El maestro Contla organizó 28 congresos de cronistas en la ciudad de Texcoco; local, nacional e internacionalmente impartió conferencias, fungió como orador y fue un referente de la crónica en el Estado de México, no se diga en Texcoco; fue un relator de amena prosa, por lo que, entre el gremio de cronistas, destacó por su narrativa.

Y seguramente, en el último homenaje en conmemoración del natalicio de Benito Juárez García, del 21 de marzo de 2023, los asistentes observaron al maestro Alejandro Contla con sus atuendos de masón. Bien, él, se inició en la Masonería en la Respetable Logia Simbólica Renacimiento 9 No. 167, de esta ciudad de Texcoco, en el año de 1996.

Finalmente, a la edad de 78 años, falleció en su casa por la mañana del domingo 11 de junio de 2023, aquí en esta ciudad de Texcoco, México. Como parte de su funeral, en la Fábrica de Artes y Oficio’ (el FARO), espacio dedicado a la cultura y las artes en Texcoco, se le rindió un significativo homenaje y guardia por parte de las autoridades municipales, cronistas locales y la sociedad en general. Y las exequias, se llevaron a cabo en el Conjunto Conventual de Texcoco (Conjunto Catedralicio).

FUENTES DE INFORMACIÓN

Camarillo, M.D. 2023. Con guardia de honor y oraciones dan último adiós a Alejandro Contla Carmona, Cronista de Texcoco. Crónica Metrópoli. Disponible en: https://www.cronica.com.mx/metropoli/guardia-honor-oraciones-dan-ultimo-adios-alejandro-contla-carmona-cronista-texcoco.html
Contla C., A. 2006. ’Exordio’. en: Crónicas Escolares. Consejo de la Crónica. Dirección de Cultura. H. Ayuntamiento de Texcoco 2003-2006, Texcoco, México. p. 1.
Contla C., A. 2018. Una Visión Panorámica de la Telesecundaria, a Cincuenta Años de su Creación. Edición conmemorativa. Academia de Historia Regional de Texcoco. Texcoco, México. 48 pp.
Contla C., A. 2020. ’Un pasado… que con gusto volvería a vivir’. en: Tenería. Quince Crónicas Rurales. Coordinador Alejandro Contla Carmona. Academia de Historia Regional de Texcoco. Texcoco, México. pp. 43-80.
López C., E. 2023. Cronista dentro de la historia de Texcoco Alejandro Contla Carmona. Divergencia Informativa. Periódico electrónico. Disponible en: https://divergenciasinformativa.com.mx/cronista-dentro-de-la-historia-de-texcoco-alejandro-contla-carmona-e3TY2e3zU1NA.html

AGRADECIMIENTOS

Agradezco a Carolina García Santillán el prestamos de documentos que me permitieron construir esta semblanza, así como por sus comentarios que ayudaron a acercarme a fechas poco precisas; a Isidoro Rodríguez Rey por la fotografía que ilustra este escrito; y a Héctor Francisco Orozco Avilés e Iván Obett Antonio Gutiérrez, que igualmente con su ayuda permitieron precisar hechos y fechas.

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