El Cardenal y Arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes, celebró la Homilía domingo de Ramos, en una Basílica de Guadalupe vacía, pero con el gran fervor que le caracteriza, y resaltó: ’Señor Jesús, desde el silencio mi casa, te aclamo hoy como aquel día te aclamó el pueblo de Jerusalén, cuando entrabas en la ciudad montado en un burrito.
Soló con la presencia de televisoras, y medios de comunicación, el Arzobispo primado de México, al dirigirse al creador subrayó: Levanto mis manos a ti, con humildad, no tengo palmas ni palmones, pero sí mi corazón sediento de ti y de tu poder, y algunos esfuerzos, sacrificios y esperanzas, en estos días de pandemia, míos y de otras personas que te ofrezco en su nombre.
Así, hasta terminar con la misa de Domingo de Ramos, dando principio así a la pasión de Cristo… ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo! ¡Viva Jesús, rey de reyes!
Bendícenos, protégenos del mal, sé Tú por siempre nuestro rey. Amén.
ACLAMAMEMOS AL SEÑOR, QUE NOS REGALA LA VIDA ETERNA