El responsable la disfrazo como un supuesto festejo de cumpleaños, pero no, la apoderada del salón dio aviso a las autoridades, por lo cual, acudieron Policías Municipales de Texcoco, y no tubo remedio que fue clausurada por el personal de Regulación Comercial, frente al sobre cupo del lugar donde se había contabilizado la presencia de más de mil jóvenes, en su mayoría menores de edad que acudieron con pulsera en mano a la fiesta.
Al respecto, eran apenas las seis de la tarde cuando la dueña el lugar que pidió se reservara su nombre, se dio cuenta de que el espacio en donde se calcula tiene capacidad para 250 personas, contrariamente estaba abarrotado al grado total que no podían moverse dentro del interior.
En su momento, explicó que buscó a la persona responsable del evento, quien le dijo que todos eran sus invitados, sin embargo, todos ingresaban con una pulsera verde fosforescente con la leyenda ’Entrando al DESM@DRE’, incluso algunos de los asistentes ya estaban pasados de copas.
Motivo por el cual, se solicitó el apoyo de las autoridades, por el sobrecupo del lugar y el riesgo de una tragedia, por tratarse de jóvenes ’enfiestados’.
Además, el escándalo en vía pública y alteración del orden, llegó a oídos del presidente municipal Nazario Gutiérrez Martínez, quien de inmediato envió al personal de Regulación Comercial y de la Dirección de Seguridad Pública y Movilidad, para verificar lo que estaba pasando.
Al percatarse del sobrecupo, los jóvenes fueron desalojados del lugar, entre ellos a la presunta responsable de la fiesta, quien junto con sus acompañantes huyo de la zona del operativo, quedando la dueña del establecimiento con el problema de la clausura.
’Ya me clausuraron, pero no se vale porque el lugar me lo rentaron para una fiesta y metieron a más de mil chamacos que no sé de donde salieron, nos engañaron y ahora solo se fueron’, dijo con indignación la dueña de la casa, quien junto con sus abogados afirmó que demandará porque esto es un abuso.
Algunos de los jóvenes asistentes señalaron que fueron contactados en redes sociales y avisados de que se realizaría la fiesta y aunque no rebelaron el costo por acceder al lugar con su respectiva pulsera, reconocieron que habían pagado por ello.
’Se les desalojó de manera pacífica, en la puerta habían dejado sus mochilas y los formaron para que uno a uno pasara a recoger sus pertenencias de manera ordenada’, señalaron.