AGENDA SINDICAL
CARLOS CARRAL HERNÁNDEZ /
Comenzó el periodo de campaña en la elección de jueces, magistrados y ministros a nivel federal y en 17 entidades federativas. Como ocurre en el ámbito electoral, las campañas pasaron rápidamente del optimismo de quienes las encabezan, a la descalificación de otros y como ocurre en el sistema de partidos, por un lado hay argumentos de que algunos candidatos encarnan los valores de la 4t y por desde luego acusaciones de que otros tantos más, son enemigos del cambio verdadero.
Imagino que la pregunta de muchas personas es ¿por quién votar?, más cuando no es claro de qué forma se hará y las redes sociales no ayudan mucho. Los muros sobre todo de Facebook, desde el domingo pasado se han convertido en verdaderos tendedero de propaganda de candidatos y candidatas de todo el país, es decir, no hay una clasificación de los mensajes y flayers que se publican, así es que realmente nadie sabe en realidad nada, empezando por quién sí puede votar y por quién no.
La proyección de participación en la elección de jueces y magistrados no superará el 25% de la lista nominal de electores, así es que el resultado estará aún más deslegitimado que la elección de candidatos y candidatas a un cargo político por elección, lo bueno es que esta elección de juzgadores, es la respuesta a todos nuestros problemas de corrupción y dispendio económico en el poder judicial.
Si la elección de juzgadores es una excelente medida a nuestra problemática en ese sector, no entiendo por qué no se implementa en otros espacios; es como mi falta de comprensión del por qué los ideales de la libertad sindical, no se implementan en el sistema de partidos, donde la consulta a los militante a través del voto libre, secreto, directo y universal, debería ser la regla para establecer si los militantes avalan la conformación de coaliciones electorales entre los partidos como la eternizada coalición entre morena, pt y partido verde, o la conformada por el PRi y el pan; también se debería mandar a legitimar la existencia de los partidos, en el entendido que si no logran el apoyo del 50% + 1 de la militancia que tienen reportada ante los órganos electorales, pues simplemente deben desaparecer como ocurrió con los Contratos Colectivos de Trabajo no legitimados.
En este sentido, si la elección de jueces y magistrados es otra grandiosa solución, urge que mandemos también a elección a los presidentes de las juntas de conciliación y arbitraje, que si bien desaparecerán, no lo harán hasta que terminen con el último expediente pendiente de resolución; también urge elegir a los integrantes del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje y a los integrantes de los tribunales de justicia administrativa tanto federal como de los estados, que en todos los casos son nombrados directa o indirectamente por los ejecutivos federal y locales.
No hacerlo es primero tratar de manera discriminatoria a la impartición de justicia, considerar también que allí no hay corrupción como tanto los repitió el gobierno anterior en torno al poder judicial, pero sobre todo, es evitar que donde ya tiene el control el poder ejecutivo, se meta mano en el asunto, cuando evidentemente la estructura funciona acertadamente en favor de sus intereses.
Por su puesto que jamás enviarán estos cargos a elección popular, esos espacios de poder ya los controla el ejecutivo, así es que por lo único que hay que ir, es por el control de la impartición de justicia sobre la que aún no se tiene la misma incidencia; hay que regresar a esa época del presidencialismo fuerte, ejercido de manera absolutista, como si se tratara del ejercicio del poder por un monarca del medioevo, es regresar a esa historia que ya conocemos, esa historia del México del siglo pasado.
¿Defiendo al poder judicial?, hasta cierto punto sí, no se le puede acusar de corrupto, cuando su acusador, el poder ejecutivo, tiene evidentes casos de corrupción en su haber, para muestra tan solo basta un botón: el día de antier Julia Abdala, pareja de Manuel Bartlett, ese Bartlett al que se le cayó el sistema en 1988, empujando la derrota artificial de Cuauhtémoc Cárdenas, reconoció operaciones con presta nombres de Genaro García Luna, una confesión que no realiza por haberse dado cuenta del error, sino porque seguramente le vienen pisando los talones, un suceso al que podemos sumar muchos más, del mismo Bartlett y de otros políticazos como Ricardo Monreal, Martí Batres y de hecho del propio López Obrador y su descendencia.
La elección de juzgadores es una tomada de pelo más, quien piense lo contrario, definitivamente como lo hemos dicho, tiene un hambre y necesidad incontrolable de sentir esperanza, al grado de estar dispuesto o dispuesta para lograr ese objetivo, a cerrar los ojos frente a una realidad aplastante.
ADDENDA
1. ¿Por quién votar en la elección de jueces y magistrados?
Como lo hemos dicho, imagine que usted tiene un familiar con una enfermedad mortal, quien requiere a un especialista en un área en particular o de otra forma morirá; resulta que a la par, el gobierno llevó a un proceso electivo, a los que ganen, les dará el reconocimiento de especialistas en el área de atención médica que requiere por ejemplo uno de sus hijos o esposo/esposa, elección en la que fue suficiente que acreditarán el grado académico de médico general, ¿permitirá que la persona que resultó electa consulte y hasta intervenga quirúrgicamente a su ser querido?.
Lo mismo ocurre en este ámbito, no podemos dejar nuestros asuntos legales, en manos de quien únicamente tiene una licenciatura en derecho y fue incluido en la elección producto de una tómbola. Con todo y el riesgo que implica votar por alguien que en efecto es bastante corrupto o corrupta, lo sensato es votar por quienes ya ocuparon el cargo de Juez, Jueza, Magistrado o Magistrada, no así por quien ve en la elección, un atajo en su vida profesional y económica.
2. El gobierno contra su propio INE
Mejor el INE ha sido un tanto más sensato en la elección de jueces y magistrados, eso que es, por decir menos, incondicional al pasado y actual gobierno. El caso es que la determinación de este instituto de prohibir la promoción de la elección y la promoción velada de algunos personajes, impulsada desde el gobierno y los partidos políticos, ha irritado bastante al nuevo pri, perdón a morena, que ha impugnado la decisión del INE que ellos mismos propusieron y votaron para su conformación.
carralhernandez@gmail.com
www.facebook.com/carloscarral2022