P A L A C I O
Mario Ángel Díaz
-Coalición de Morena y alianza opositora deben argumentar con sustento
-Medición de fuerza política en San Lázaro no beneficia al país
TAL y como lo han anunciado desde que rechazaron la reforma energética, la fuerza opositora en el Congreso de la Unión mantendrá el mismo criterio con la reforma electoral y de la Guardia Nacional que contempla en su proyecto de Nación, el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Diputados y senadores de las bancadas PAN, PRI, PRD, MC y Grupo Plural han externado que no aprobarán ambas iniciativas del Ejecutivo Federal porque están orientadas a desaparecer el Instituto Nacional Electoral (INE) y a la militarización de la seguridad pública al integrar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
En sentido contrario, la postura del gobierno de la Cuarta Transformación está encaminada a renovar el método de selección de los consejeros de ese organismo autónomo que convoca, vigila y califica los procesos electorales. La 4T considera que los funcionarios actuales obedecen a intereses partidistas, lo que impide garantizar su imparcialidad en su función de árbitro electoral.
Sin embargo, todo parece indicar que la fuerza legislativa opositora al régimen lopezobradorista en realidad solo pretende hacer ver mal al fundador del Movimiento de Regeneración Nacional con miras a la elección presidencial de 2024 y no necesariamente con un enfoque de interés colectivo.
Al respecto, diputados y senadores de oposición esgrimen como argumento que el gobierno federal pretende eliminar al INE y regresar sus funciones a la Secretaría de Gobernación como en antaño. Del mismo modo, se escudan en que la certidumbre jurídica de la Guardia Nacional al encuadrarla a la Sedena, obedece al deseo de AMLO para militarizar la seguridad pública y al país.
La polarización de criterios estriba en que las iniciativas presidenciales-desde la óptica de la 4T-tienen como objetivo sanear el INE y no desaparecerlo como lo hace ver la oposición. Encuadrar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional-de acuerdo al criterio oficial-no tiene como finalidad la militarización de la seguridad pública, sino proporcionar certidumbre jurídica a sus actividades en contra del crimen.
Es decir, posturas diametralmente opuestas tal y como sucedió con la discusión en el palacio legislativo de San Lázaro con la iniciativa de reforma eléctrica enviada por el presidente LÓPEZ OBRADOR. El debate no aportó argumentos concretos respecto a las ventajas y desventajas, por lo que la disputa legislativa en la Cámara Baja se trató de una simple medición de músculo político y el mensaje al Jefe de la Nación.
Observado desde esa perspectiva, se da por descontado que ni la reforma electoral ni la de la Guardia Nacional pasarán el filtro legislativo en San Lázaro, ante la falta de mayoría calificada que se requiere para modificar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El bloque opositor que integran las bancadas del PAN, PRI, PRD, MC y Grupo Plural cerrarán filas para, de nueva cuenta, rechazar las iniciativas del huésped del Palacio Nacional con el objetivo de intentar debilitarlo y descarrilar el proyecto político de la Cuarta Transformación en junio de 2024.
Para México y los mexicanos sería conveniente que la 4T explicara, si es necesario con ’manzanitas y palitos’, las bondades de la reforma electoral y las ventajas de que la Guardia Nacional dependa de la SEDENA.
De igual forma, que los legisladores opositores en la Cámara de Diputados expongan argumentos claros y precisos que sustenten su rechazo ante el supuesto de ser negativas para el país, y no que su negativa esté asociada a un interés partidista, dejando en segundo plano el interés social.
DESDE EL BALCÓN:
I.-No resulta descabellado especular que en realidad la 4T está tendiendo una trampa a la oposición con las reformas electoral y de la Guardia Nacional. La segura negativa de la alianza legislativa opositora en el Congreso de la Unión podría revertirse en su contra.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx